viernes, 1 de mayo de 2015

Nuestros desconocidos vecinos alados

Pocas veces encontramos un hueco en nuestra ajetreada vida como para sentarnos en el banco de un parque o darnos un corto paseo con una cámaro de fotos o unos prismáticos, que nos permita descubrir la variedad de vecinos alados que no conocemos.

Por tanto una buena herramienta es acercarse a tu parque más cercano, ya sea con una cámara o unos prismáticos y ver qué aves acompañan las mañanas urbanas. En mi caso, el Parque de la Fuente del Berro es el que me queda más cerca y por tanto el lugar al que me tiré de cabeza con mi cámara de fotos. La salida se produjo más o menos a mediados de marzo, por lo que muchas especies que ahora sobrevuelan la jungla de asfalto, como vencejos y en menor cantidad golondrinas, estaban todavía de camino a la península, lo que quiere decir que en función del momento en el que salgamos podremos ver unas u otras especies.

En vuestras salidas quizás veréis especies muy comunes y que están acostumbradas casi por completo a la cercanía a los humanos, aprovechan muchos recursos y el número de individuos es tremendamente elevado:

Paloma bravía (Columba livia), la más común de todas las especies urbanas:



Gorrión común (Passer domesticus), con poblaciones en declive moderado en España y un declive muy fuerte en las ciudades Europeas donde ha llegado incluso a desaparecer:



Urraca, bastante generalista, ya que se ha adaptado bien a la vida en la ciudad depredando claramente sobre otras especies y defendiendo su territorio:



Tórtola turca (Streptopelia decaocto), especie exótica pero naturalizada desde hace tiempo y que está actualmente sufriendo un incremento importante de sus efectivos en su población española:



Mirlo común (Turdus merula), alimentándose siempre por el suelo, encuentra lombrices y gusanos levantando hojas caídas y buscando en zonas de césped:



Ánade azulón (Anas platyrhynchos), muchas veces introducido de forma doméstica para decorar estanques de agua en los parques y jardines:



Cada uno explota un nicho alimenticio diferente, plantas acuáticas, frutos, insectos y otros invertebrados que abundan en jardines tanto los que acuden a polinizar como los responsables de la aireación del sustrato, frutos de los arbustos ornamentales, semillas de los árboles, piñas y piñones de los pinos, bayas producidas por las especies vegetales que han crecido en el parque o que se utilizan como decoración (ornamentales), etc.

Además de estas especies más comunes, estoy seguro de que, como me pasó ea mí en la salida al Parque de la Fuente del Berro, podréis ver, otras especies que son ahora colonizadoras y están aumentando sus efectivos urbanos:

Paloma torcaz (Columba palumbus) mucho más común que hace años y más grande que la bravía:



Curruca capirotada (Sylvia atricapilla) que se está volviendo urbana con el paso del tiempo cuyo reclamo se puede escuchar ya en los parques y jardines :



Carbonero común (Parus major) que ha encontrado en parques y jardines un nicho que explotar:



Serín verdecillo (Serinus serinus)cantando ahora que llega la primavera en las ramas que todavía están desnudas, por desgracia se ha convertido en presa de otras especies como la urraca:



Agateador euroasiático (Certhia familiaris) que en menor medida se ha establecido en varios parques urbanos y que sorprende cuando lo vemos subiendo por los troncos en los parques:



Todas ellas están empezando a tener un elevado éxito reproductor debido a la abundancia de alimento y territorios de nidificación disponibles, nunca hasta ahora explotados, de ahí que cada vez sea más común oír a carbonero, al verdecillo o a la curruca capirotada.

También se está quedando a vivir en nuestros parques y jardines el protagonista de una de las entradas de abril:

Cotorra argentina (Myiopsitta monachus), que como vimos en la entrada "Un visitante no deseado" de mediados del mes de abril, se trata de una especie exótica invasora que está causando graves problemas allí donde se asienta y que ya comentamos más profundamente en la entrada dedicada a esta psitácida:



Finalmente, en el itinerario realizado por el parque pude ver nuevas especies que no esperaba para nada encontrar. Seguro que los que os atreváis a pasear acompañados de una cámara o unos prismáticos por el parque más cercano a vuestra casa también las encontraréis también estas especies:

Picogordo común (Coccothraustes coccothraustes) bastante forestal que se habitúa en ocasiones a pequeños parques urbanos:



Carbonero garrapinos (Periparus ater) también una especie propia de los bosques normalmente en altitud, pero en ocasiones se atreve entrando en parques y jardines de los núcleos urbanos:



Mosquitero común (Phylloscopus collybita) un poco más difícil verlo por los parques metropolitanos, sobre todo por su actual declive, pero no imposible, ya que se ve atraído por masas forestales o matorralizadas, un ambiente que se recrea en la disposición de los jardines y los parques.



Mito común (Aegithalos caudatus) complicado de ver en parques y jardines aunque se está extendiendo gracias a la similitud de este ambiente con su hábitat natural, el bosque.



Por tanto las zonas ajardinadas y espacios verdes como este actúan como imitadores del hábitat natural de muchas especies, recreando condiciones idóneas de disponibilidad de alimento, agua y lugares de nidificación para que las aves críen y se desarrollen sin problemas en paralelo con una comunidad que muchas veces pasa desapercibida, la de los invertebrados, que contribuyen a mantener todo el dosel vegetal y una importante comunidad de avifauna urbana.

Parques como este, ofrecen multitud de servicios, y no me refiero a columpios, fuentes de agua, etc. Estoy ablando de servicios de los ecosistemas, como por ejemplo la capacidad de la masa arbórea de capturar carbono de la contaminada atmósfera urbana.

Concretamente este parque tiene dos claros servicios ofrecidos por su situación y su composición:
  • ser refugio de fauna, la diversidad de orla vegetal y la variedad de sustratos (arbóreo, arbustivo, zonas abiertas...)
  • forma alargada ofrece otro servicio más, su forma alargada y su situación (junto a la M-30 una de las autopistas de entrada a la capital) lo convierten en un a barrera natural contra la contaminación acústica.
Espero que os animéis a fotografiar las aves de vuestros parques y jardines más cercanos y a aprender más sobre todas las comunidades animales y vegetales que estos albergan. La avifauna urbana no deja de agrupar a nuestros vecinos alados, muchas veces desconocidos.

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