martes, 8 de diciembre de 2015

Laguna de Pitillas, Navarra

¡¡Hola a todos de nuevo!!
Durante mi viaje por Navarra la suerte me condujo hasta este humedal interior donde abundan las aves acuáticas. Lo cierto es que realmente fui a parar allí por fortuna después de que el amigo de un amigo mío nos llevara hasta allí a modo de paseo. Para mi fue algo más que un simple paseo, fue increíble llegar allí y ver tal densidad de aves acuáticas, era casi imposible ponerse a contar individuos o a diferenciar especies.

Laguna de Pitillas, es el mayor humedal natural navarro con 200 ha.
Desde mi punto de vista, es complicado ver al completo y detenidamente todo el humedal en poco tiempo. La variedad de especies que presenta y su extensión se merecen una dedicación importante. Por eso si algún día tienes pensado visitarla, aprovecha un par de días para recorrerla completa y detenidamente. Yo comencé desde el parking, donde dejé el coche. Desde allí se ve un panel informativo sobre el humedal, el centro de información a la derecha y la laguna al fondo. Yo comencé a recorrer la laguna en sentido a las agujas del reloj tomando el camino de la izquierda.

Vista de la laguna a la que se accede por la NA-5330 en dirección a Santacara.
A pesar de que hay dos observatorios, se puede pasear por los alrededores y plantar el trípode con el telescopio apuntando hacia la laguna en muchos lugares. Eso es lo que hicimos nosotros a pesar del frío que hacía y nos salió estupendamente. Pudimos ver una gran cantidad de aves que pasan el invierno en este humedal.

Es curioso ver la gran invernada de fochas comunes que se produce en la laguna. Podía haber cientos y cientos de ejemplares a lo largo de toda la laguna. A pesar de que se trata de una especie muy abundante durante la época reproductora, ahora en invierno aumenta sus efectivos con visitantes del centro y norte de Europa de ahí que se produzca esta agrupación tan numerosa. Es prácticamente imposible perderse los gritos de metálicos y explosivos de esta especie.

Cuatro de las más de 300 fochas (Fulica atra) que pasarán el invierno en la Laguna de Pitillas, que sirve de refugio durante estos días. Es muy fácil reconocerla, su plumaje es entero de un negro apagado y su pico blanco puro adornado con un escudete blanco. 
La cantidad de fochas que hay, hace casi imposible encontrar a otras aves acuáticas, es como jugar al "Where is Wally?". Para ver a otras especies como la cerceta común, que no tiene unos colores llamativos, hay que fijarse en las orillas. Allí hay que ir buscando una anátida cuyo espejuelo sea de color verde esmeralda. ¿Qué es el espejuelo? Son unas plumas preciosas de colores metalizados que tienen las anátidas en el ala. Como en cada especie es diferente, para poder encontrar a la cerceta común rápidamente nos fijamos en dichas plumas, y ¡¡eureka!! varios ejemplares alimentándose junto a la vegetación palustre.

Ejemplar de cerceta común (Anas crecca). El espejuelo se puede ver perfectamente de un color verde intenso.
Macho de cerceta común (Anas crecca) con el plumaje reproductor.
El dimorfismo sexual en las cercetas, como en el resto de anátidas es muy marcado.
En este caso el macho presenta un antifaz verde con borde amarillo sobre una cabeza de color granate.
Varios ejemplare de cerceta común (Anas crecca)se alimentan cerca de la orilla entre la vegetación palustre.
La mancha amarilla en forma de triángulo que presenta el macho del fondo también sirve para identificar a la especie.
La cerceta común, tiene un área de reproducción muy pequeña, pero sin embargo ocupa casi todos los humedales interiores y costeros durante el invierno. Si lo que quieres es ver a la cerceta deberás ir a partir de octubre, pues solo llega a la laguna de las Pitillas a partir de este mes.

Sin movernos todavía del camino que sale a la izquierda de la laguna, la cuchara común también entró en escena. La veíamos descender desde lo alto, dejándose caer, sin mover las alas para acabar junto a otras cucharas. Lo cierto es que en vuelo se puede ver muy bien el porqué del nombre vernáculo que tiene, su pico es único y las comparaciones con ese cubierto sopero son indiscutibles. Durante todo el año las cucharas nadan por nuestros humedales, pero es ahora durante la invernada cuando el número de ejemplares aumenta a causa de la llegada de individuos de Europa.

Cuchara común (Anas clypeata). Se trata de un macho en plumaje de eclipse llegando a la laguna.
El mismo macho de cuchara común (Anas clypeata) con el espejuelo visible de color verde oscuro.
Las manchas blancas que están por encima también contribuyen a reconocer a la especie.
Llegada junto a otros ejemplares de cuchara común (Anas clypeata).
Al frente se puede ver otro macho, pero con plumaje reproductor, donde el blanco contrasta con la cabeza oscrua y las manchas marrones de los flancos y el vientre.
Ese mismo macho junto a dos hembras de cuchara común (Anas clypeata).
El dimorfismo sexual es claro, las diferencias son claras.
La de la derecha nos deja ver la verdadera forma de su pico al girar la cabeza.
Tras un rato viendo a las cucharas inspeccionar la superficie para comerse algunas de las algas (macrófitos) que hay en la laguna y descansar en zonas menos profundas, nos damos cuenta que hay un intruso entre ellas, se trata del ánade friso. En este caso está solo, pero un poco más al fondo, tapados por la vegetación, se puede ver un nutrido grupo en el que destacan los espejuelos blancos de la especie.

Ánade friso (Anas strepera). Un macho descansa junto a un grupo de cucharas comunes.
Abajo el grupo mencionado de ánades frisos (Anas strepera) con el espejuelo blanco.
Dos especies muy comunes en otros humedales interiores también se pueden observar en la laguna. Hablo del ánade azulón y el porrón europeo, dos anátidas bien extendidas por todo el territorio español durante todo el año en el primero y más durante el invierno en el segundo.

Ánade azulón (Anas platyrhynchos) macho con plumaje de eclipse.
Porrón europeo (Aythya ferina) macho con plumaje reproductor.
Entre otras especies de aves acuáticas nos encontramos con otra familia diferente, la de los zampullines (podicipediformes). Estos pequeños buceadores pasan casi desapercibidos entre tanta anátida grande. En la misma laguna se pueden observar tanto ejemplares de zampullín común, como de zampullín cuellinegro. ambos muy diferentes entre sí pero que pueden confundirse entre el caos que puebla la laguna.

El pequeño zampullín común (Tachybaptus ruficollis) con un color más tostado, parece diminuto entre otras aves acuáticas.
Zampullín cuellinegro (Podiceps nigricollis) con un marcado contraste claro oscuro.
Enseguida estuvimos un rato quietos en el mismo sitios empezaros a salir de entre los arbustos y los pequeños árboles que adornan el camino que rodea la laguna, una gran variedad de pequeños pajarillos (paseriformes). Los ruidosos estorninos negros, volando en bandos numerosos de lado a lado de la laguna e incluso pasando por encima de nuestras cabezas. En invierno esta especie se junta en los carrizales a pasar la noche y sale por las mañana en dirección a los cultivos aledaños donde se alimenta. También podemos ver un individuo joven de jilguero europeo en la copa de uno de los árboles sin la famosa mancha roja que adquirirá más adelante y escuchar el canto del pinzón vulgar, inconfundible. El inquieto y juguetón mosquitero común es otra de las especies que nos entretienen y consiguen quitarnos la atención que le estábamos prestando a la laguna, pera mirar ahora hacia los árboles, de donde sale el misterioso pájaro-moscón europeo. Precioso con su antifaz negro, una especie poco común, aunque en esta zona cercana al valle del Ebro es más frecuente. Se trata de una especie muy característica de este ecosistema, ya que se mueve entre el carrizo y la vegetación palustre.

Grupo de 33 estorninos negros (Sturnus unicolor), pasan volando por encima de nuestras cabezas.
Esta especie es muy gregaria, sobre todo durante el invierno, donde puede juntarse en bandos de cientos de ejemplares.
Individuo joven de jilguero común (Carduelis carduelis).
Su cabeza es pardo grisácea sin el dibujo rojo, blanco y negro típico de los adultos
Pinzón vulgar (Fringilla coelebs) cantando desde la rama seca de un árbol.
Mosquitero común (Phylloscopus collybita)
Es fácil localizar a este pajarillo entre las ramas de los árboles, lo que es más difícil es determinar la especie, ya que en el género Phylloscopus, los rasgos son muy similares.
Pájaro-moscón europeo (Remiz pendulinus) con su antifaz negro, frecuenta este tipo de ecosistemas.
Todos estos avistamientos fueron realizados desde el oeste de la laguna, siguiendo el camino que sale desde el aparcamiento a la izquierda y que recorre la laguna en el sentido de las aguas del reloj. En nuestro caso no pudimos seguir avanzando a causa del barro, y el aumento del nivel del agua que cortó el camino. Pero es posible dar la vuelta por completo a la laguna.

Zona de los avistamientos de las aves mencionados anteriormente.
La siguiente parada puede ser el observatorio principal, que se encuentra hacia la derecha saliendo desde el aparcamiento, aunque puede estar cerrado. Otra alternativa es ir a un observatorio un poco lejano, abierto y más tradicional que el principal, que hace también de centro de información.

Zona de los avistamientos que se van a mencionar a continuación.
Desde el observatorio de madera se observa bien la parte sur de la laguna donde abundan zonas limosas, superficies de carrizos, eneas y espadañas y rincones escondidos con pequeñas isletas.
En esas zonas de orillas limosas se puede ver entre otras limícolas a la aguja colinegra, paseando con sus largas patas y su pico finísimo por los bordes de la laguna, volando de aquí para allá en busca de un lugar tranquilo en el que poder campear.

Pareja de aguja colinegra (Limosa limosa) volando de lado a lado por la laguna de Pitillas.
La forma de su pico, sus alas y las marcadas manchas blancas de las alas pueden ayudar a identificarla en vuelo.
Uno de los motivos de la alteración de nuestras agujas es la continua presencia de una de las rapaces más asociadas a estos ecosistemas, el aguilucho lagunero occidental. Que en esta parte del valle del Ebro posee una elevada densidad de individuos campeando para intentar hacerse con alguna presa despistada.

Hembra de aguilucho lagunero occidental (Circus aeruginosus) campeando en busca de alimento.
La cabeza blanca en contraste con un oscuro plumaje en el resto del cuerpo son diagnósticos.
Estas características diferencian machos y hembras.
Hembra de aguilucho lagunero occidental (Circus aruginosus) en un giro por encima del carrizo.
Se puede observar la elegancia de esta rapaz y el perfecto estado de su plumaje.
Otra de las rapaces que pasaron junto a nosotros pero que no tienen nada que ver con la laguna es el buitre leonado, que en grupos dispersos avanzan lentamente cual ejército del aire mirando hacia abajo en busca de algún animal desafortunado.

La silueta de planeo del buitre leonado (Gyps fulvus) es bien conocida y casi inconfundible.
Pero volvamos a la laguna, donde el frío nos obliga a guardar de vez en cuando las manos en los bolsillos. Mientras se observa la laguna, tal y como estábamos haciendo nosotros, aunque un poco entumecidos, puede sorprender ver algún grupo de ánsares comunes. Nosotros nos encontramos con uno de seis ejemplares, seguramente recién llegados de la migración o en paso con dirección al sur. Ya que esta especie, con excepciones, nunca se reproduce en la península ibérica, sino que es un ave migradora. Viven en el norte de Europa y escapan del invierno del norte llegando hasta nuestro territorio. El mismo proceso que sigue la grulla común, otra de las especies migratorias que durante su viaje hace parada en la Laguna de Pitillas.

Bando de 6 individuos de ánsar común (Anser anser) saliendo de la laguna, para nuestra sorpresa.
Bando de 19 grullas (Grus grus) en migración
Dirección sureste, probablemente hacia la laguna de Gallocanta en Zaragoza.
(Haz clic aquí para conocer más sobre Gallocanta)
Otras aves que se pueden ver con certeza en la laguna y de las que pudimos disfrutar durante nuestra estancia son:

  • Colirrojo tizón (Phoenicurus ochuros)
  • Pato colorado (Netta rufina)
  • Tarabilla europea (Saxicola rubicola)
  • Cernícalo vulgar (Falco tinnunculus)
  • Escribano triguero (Emberiza calandra)

Se trata de un humedal muy importante con interés ornitológico elevado, ya que se pueden ver especies tan esquivas como el avetorillo o el avetoro. Este último consigue reproducirse en esta laguna al igual que lo hace el bigotudo. Ambas especies poseen una reducida distribución con poblaciones aisladas lo que les ah llevado a ser incluidos en la Lista Roja de Aves Reproductoras con categorías CR (En peligro crítico) para el avetoro y NT (Casi amenazado) para el bigotudo. La correcta gestión del humedal y las medidas de conservación de ambas especies, así como el trabajo de investigación jugarán un papel importante en el futuro de ambas especies.

No hay comentarios:

Publicar un comentario